LUGARES QUE HABITÉ
Huella y Memoria
Quise pintar los edificios deshabitados que fui encontrando en busca de la memoria de todas aquellas vidas que intuía debían permanecer intactas y detenidas en ellos. Esperando a que algo suceda los edificios vacíos guardan entre sus paredes la huella de lo que entre ellas se ha vivido. De alguna manera queda impreso en el yeso de sus tabiques el amor huido. El silencio de esas habitaciones sordas cae por los muros depositándose entre las juntas del pavimento, junto a la árida y polvorienta huella del tiempo, entre fragmentos acumulados, amontonados por el viento en los rincones.
MARLOM
De ti solamente queda un nombre escrito con sangre azul.
Pensaste que seria fácil, que sería tal y como te lo habían contado. Pensabas qué si otros lo habían logrado tú también lo lograrías. Pensabas mientras te escondías, mientras el mundo te perseguía, cual sería la mejor manera de que no te vieran, de desaparecer, y no te dabas cuenta de que nadie te veía, que podrías haber salido al camino y haber caminado, porque a los que son como tu por aquí ya no se les mira ni tampoco se les ve.
HABITACIÓN CON ESPEJO
INTERIORES DE PORTUGAL. Un viaje por el Alentejo. Verano de 2017.
MONTE ALQUEVA
A vuelapluma
No hay nada más melancólico
que un espacio abandonado
por el que a penas pasa nadie ya.
Hoy se coló una bolsa de plástico amarillenta
flotando por una de las entradas
que permanece abierta,
sin puertas, sin barreras.
La bolsa se ha convertido en
involuntaria protagonista
ocupando casi el centro de la escena.
El viento también es así,
involuntario y sutil a veces.
PASEANDO POR OPORTO. Verano de 2017.
BUZONES
Óleo sobre tabla DM/i 87 x 72,5 cm.
h.2017
No disponible
SECUENCIA DE UN ADIÓS. En una ilha de Oporto. Verano de 2017.
VOLVER II (EL EMIGRANTE)
Óleo sobre tabla DM/i 72 x 87 cm.
h.2019
No disponible
VOLVER III
Óleo sobre tabla DM/i 72 x 87 cm.
h.2021
No disponible
BAÑO DE LÁGRIMAS. Amanecer de Madrid.
BAÑO DE LÁGRIMAS. FRAGMENTO
Óleo sobre tabla DM/i 40 x 40 cm.
h. 2017
No disponible
LAVABO DEL PRIMER ESTUDIO
Del maestro aprendí que todo en la vida puede ser pintado, que existe relevancia en lo que te rodea por el simple hecho de que te rodea. Pertenece, por tanto es autobiográfico. Tus marcas son las mías, tus manchas son las mías, tus mellas, tu roña, y la suavidad de tus bordes son los míos. Lavabo del primer estudio, te tuve tan enfrente de mi que no te veía, era como quien busca unas gafas que lleva puestas… mira por donde resultaste ser una salida para mi.
LAVABO CON ESPEJO
Óleo sobre tabla DM/i 80 x 75 cm.
h. 2004 – 2014
No disponible
LUGAR DE ASEO DE VICENTE Y CALISTA
Óleo sobre tabla DM/i 40 x 40 cm.
h. 2021
No disponible
IN MEMORIAM
A Vicente y Calista
A Vicente Encinas lo visitaba cada mañana. Durante los últimos inviernos sin Calista le vi muchas veces afeitándose y aseándose frente a la ventana que le servía de espejo. A la mañana siguiente nos montabamos en mi coche y nos bajábamos a Riaza al mercado semanal y de paso, a por las recetas médicas que necesitaba. Andábamos despacio, recorríamos las calles del pueblo en amor y compañía y rematábamos la mañana tomando una cerveza sin alcohol y unos torreznos bien preparados en Los Robles. Fuimos amigos durante diez años estupendos y les debía un cuadro. Con él pasarán a la posteridad con la misma dignidad con la que vivieron. La última noche, en compañía de algunos amigos nos asomamos a una praderilla que había junto a la modesta iglesia para despedirnos de aquel rincón en el mundo y frente a nosotros la estrella más grande que he visto en mi vida cruzó el cielo de norte a sur. Trazándonos el rumbo a la mañana siguiente salimos temprano bajo un amanecer espectacular. De todo esto hace ya ocho años y parece que fue ayer. Pintar o dibujar desde el recuerdo es una fantástica experiencia y un ejercicio que recomiendo siempre.
IN MEMORIAM
A Vicente y Calista
A Vicente Encinas lo visitaba cada mañana. Durante los últimos inviernos sin Calista le vi muchas veces afeitándose y aseándose frente a la ventana que le servía de espejo. A la mañana siguiente nos montabamos en mi coche y nos bajábamos a Riaza al mercado semanal y de paso, a por las recetas médicas que necesitaba. Andábamos despacio, recorríamos las calles del pueblo en amor y compañía y rematábamos la mañana tomando una cerveza sin alcohol y unos torreznos bien preparados en Los Robles. Fuimos amigos durante diez años estupendos y les debía un cuadro. Con él pasarán a la posteridad con la misma dignidad con la que vivieron. La última noche, en compañía de algunos amigos nos asomamos a una praderilla que había junto a la modesta iglesia para despedirnos de aquel rincón en el mundo y frente a nosotros la estrella más grande que he visto en mi vida cruzó el cielo de norte a sur. Trazándonos el rumbo a la mañana siguiente salimos temprano bajo un amanecer espectacular. De todo esto hace ya ocho años y parece que fue ayer. Pintar o dibujar desde el recuerdo es una fantástica experiencia y un ejercicio que recomiendo siempre.
LUGAR DE ASEO DE VICENTE Y CALISTA
Óleo sobre tabla DM/i 40 x 40 cm.
h. 2021
No disponible
INTERIORES DE GAUCÍN
LA PILA
Óleo sobre tabla DM/i 38 x 46 cm.
h. 2016
No disponible
TIEMPO DETENIDO
Siento que este lugar ha permanecido esperándome largo tiempo. Un día tras otro, y otro, en esa desesperante espera de los desconocidos. Tiempo lejos del tiempo, y de pronto, la casualidad me abre la puerta y al fin se produce el encuentro de mis ojos contigo, y resulta que eres un tesoro que solo puedo ver yo. Tu tiempo detenido detuvo mi tiempo con el leve impacto de diminutas motas de polvo. Ahora, en estos interiores de Gaucín, ocultos de esta luz indiscreta serán por fin tu soledad y esta melancolía mía, pintura.
INTERIORES DE GAUCÍN. Lorenzo García 84
SACO DE ESCOMBRO
“No podría contar en una vida lo que en ti guardas pero soy capaz de imaginar”
Tu, tan recostado en una esquina, esperando en tu silencio a que alguien tire de ti. Tú, saco de escombro, saco de memoria y tiempo seco, pretendes, al mostrarte frente a mi que te recoja, que pinte tu silueta transparente, y lo haría, por ser nada más que un trozo de plástico dispuesto a lo peor.
¿Quien te hizo? La sucia máquina inventada por el hombre blanco escupía miles como tu, miles a la hora y ahora llenas el mar en que me baño. ¿Quien te hizo? ¿Acaso el estúpido progreso que deshizo a su vez los cuentos y la candela encendida por las noches en los campos, o fue la necesidad de llevar cosas de aquí para allá como hormigas?
Y sin embargo la ciudad era de cemento.
INTERIORES DE GAUCÍN. Casa Moyano. Patio.
INTERIORES DE GAUCÍN. Casa Benitez.
RINCONES DE GAUCÍN
RINCÓN DE UN CORTIJO DE GAUCÍN. MACETA BLANCA
Óleo sobre tabla DM/i 40 x 40 cm.
h.2016
No disponible
VENGO…
Vengo de la tierra roja y la pizarra negra.
Del barro de adobes y tejas vueltas.
De corderos y pastores por llanos y de tierras labradas.
Vengo, porque de ti me hablaron, a conocerte.
A ver si es cierto eso que dicen,
que tu blancura brilla como ninguna otra cosa
en los atardeceres de invierno,
entre cálidas tardes bajo limoneros y las vistas del mar.
RINCÓN DE UN CORTIJO DE GAUCÍN. SACO DE CEMENTO
Óleo sobre tabla DM/i 40 x 40 cm.
h.2016
No disponible
RINCÓN DE UN CORTIJO DE GAUCÍN. PALETA DE PINTOR
Óleo sobre tabla DM/i 40 x 40 cm.
h.2016
No disponible