J. SÁNCHEZ ZABALETA

EL OLVIDO QUE NOS HABITA

LA LUZ DE LOS CLÁSICOS

TERRITORIOS DE LO POSIBLE

EL SUEÑO DEL HOMBRE

LUGARES QUE HABITÉ

ODISEA DE LO COTIDIANO

MIRADAS

BIOGRAFÍA

ESTUDIO GALERÍA

C/ Parras 37, 29480 Gaucín, Málaga , Spain

CONTACTO

PILAR RÚIZ GUTIERREZ

ESCRITORA, PERIODISTA, GUIONISTA Y CINEASTA

 

LA ODISEA DE LO COTIDIANO

Obra pictórica de Joseba Sánchez Zabaleta

Vengo dai ruderi, vengo de las ruinas, dijo Pier Paolo Pasolini.

Es el poeta de los suburbios y de la periferia, de los hombres y mujeres abandonados en un tiempo de olvido; restos del exilio del campo a la ciudad, memoria de la pérdida. Sin embargo, Pasolini sabía que de entre lo antiguo, lo abandonado, surge una imagen seminal, y con ella, la promesa de cambio: la esperanza.

JSZ toma la ruina como objeto de su pasión; igual que la del poeta y cineasta italiano, su obra es un canto de infinito amor por los habitantes de un mundo deshabitado. Sobre la ruina, la huella de lo humano deja un rastro brillante, como el de un caracol, que recubre la materia cotidiana: el azulejo, el ladrillo, el vaso de duralex o el cubierto de acero inoxidable, el plástico, el latón. Aquí también está la periferia del arrabal, del vertedero: aquello que dejamos cuando nos vamos.

El velo del tiempo hecho de abandono, desgaste y óxido, adquiere en las manos de JSZ, en su mirada, una dimensión poética inusual. Al obligarnos a observar con nuevos ojos lo minúsculo, lo humilde (esa cuchara, un simple plato), aquello que nunca vemos en nuestro tráfago diario, aparecen imágenes nuevas, reveladas como en un cuarto oscuro, salidas de un sueño del que por fin despertamos. Descubrimos entonces la existencia real oculta en los objetos y en los paisajes, materia desgajada del espíritu. Esa tensión nos recuerda la forma clásica, tan antigua como los bisontes de Altamira y los mármoles griegos, ese deseo furiosamente humano de atrapar el instante, y con él, la vida. 

La obra de JSZ ilumina ese mundo con una nueva luz: la que nosotros mismos proyectamos sobre nuestros actos, pensamientos e ideas. Es la misma que ilumina estos objetos humildes; una sola cuchara puede contener todo el hambre y todo el alimento del mundo, la existencia.

Levanta el velo de la vida sobre los objetos cotidianos y mira de nuevo a tu alrededor, dice JSZ:  verás como en esas pequeñas cosas brota el aliento de lo humano, la aventura de la vida plena de sentido, como solo la poesía puede.

Pilar Ruiz

12.3. 2016